viernes, 30 de diciembre de 2011

Revista del Colegio El Valencianet 1965


Fachada del Colegio de Nuestra Señora de la Misericordia en Valencia España

   Angel Martinez Murillo nos manda un correo, gracias por tu amabilidad, yo me acuerdo de tí, estás en la fotografía de 8º con mi hermano Angel. Recibe un fuerte abrazo, amigo.


 Hoy os traigo la revista El Valencianet del año 1965; es una aportación del amigo Gil, que aún la conserva en papel y vino a mi casa para que la escaneáramos. Gracias Gil por la memoria.

  No os creais casi nada de lo que pone ahí, ningún alumno que no fuera impresor escribió ni una sola palabra. La revista se hacía en la imprenta del Colegio y era parte interesada, ya que se vendía a los familiares de los alumnos.


La exposición se hizo ese año en el patio cubierto.



Pórtico del padre Fernando Giacomucci



Taller de electrónica, en el ala izquierda debajo de la séptima, junto al campo de fútbol. Ahí aprendimos a hacer primero galenas y después radios de válvulas y radios a transistores que luego se vendían fuera del colegio.




   Artículo sobre el concurso de catecismo.



Exámenes...ya se acercan las vacaciones

Operación Aguas Vivas, de vez en cuando nos llevaban de excursión, un año al Seminario de Segorbe, otro, a la Papelera de San Jorge en Játiva, varios años al Saler, otro a Siete Aguas, etc etc...


Fotografías de la excursión a Aguas Vivas


Mas fotografías de la excursión a Aguas Vivas


 El día del maestro


Fiesta en el colegio


¿Qué pienso yo del cross infantil?


Amenidades infantiles

Y aquí termina El Valencianet del año 1965, espero que os traiga buenos recuerdos, a mí me alegró en el alma, el ver los nombres de tantos amigos; solo hay dos nombres que no conozco, seguramente porque eran aspirantes, a todos los demás os recuerdo perfectamente, muchos fuisteis amigos míos y de mis hermanos.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Fotografías de antiguos alumnos

Nuestra Señora de la Misericordia entrada principal

 Esta vez os traigo algunas fotografías de los años 70, los curas ya se han ido y empieza la época de las monjas. Estas fotos también son cortesía de Angel Martínez Murillo. Gracias Angel por la memoria.

 Don Vicente Bataller y alumnos.
Las monjas entraron en el año 1969 y estuvieron hasta 1981.
Don Jesús Bataller y alumnos.
De ese jardín apenas queda nada
 Mediados de los 70...
En el jardín...
Don Luis Vidal y alumnos, Angel Martínez Murillo sentado, Zárate, Micó ortolá, Chinchilla el mayor, Carreres, Ródenas, Jordán Casanova, José Camarón Boronat, Orosa Cepeda, Luis Ruimayor, Gutierrez, Domínguez, Tarín, Fuentes, Esteban Paredes, Campos Martínez, Victor Muñoz, Ureña, Ferreira y Mónica Lopera

 La memoria de la infancia. David Abellán, Clavijo, Baldomero León, Salor, Luque, Alberola, Dionisio Camps, Francisco Javier Martínez Puertes, Del Rey y Barahona.


Esta fotografía me la ha enviado mi hermano Ernesto, por gentileza de Angel Martínez Murillo, que también está en la fotografía, ésta es la clase de mi hermano Angel y compañeros de 8 curso.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

El fantasma de la Misericordia

El fantasma de la Misericordia

 Corre por la Red, la leyenda del fantasma de la Misericordia, sobre la presunta aparición del fantasma, a la mujer de un vigilante de seguridad, de un niño de apellido Campos que se habría suicidado por echar en falta a su madre.
  Una bonita historia, pero no es cierta.
  Era una noche de Otoño, aún no habían apagado las luces, aunque faltaba poco para las 9; hora en la que debíamos estar durmiendo.
  Aragonés, Ramírez y yo estábamos en los lavabos, lavándonos los pies con estropajo y jabón de escamas; había que hacerlo todas las noches, antes de dormir.
  Antes de irme a la sección, si no recuerdo mal era la séptima, me asomé al balcón. Arriba estaba José Miguel Rincón Campos con un bote de Cola-cao.
 Como en la fotografía se puede apreciar, los balcones tenían un adorno de forma triangular; desde las ventanas del segundo piso se podía salir y sentarse o ponerse de pie, o hacer el tonto.
Campos decidió, que era un buen sitio para sentarse y comerse el bote de Cola-Cao.
 -Bájate de ahí, no seas faba, te vas a caer y te vas a romper la cabeza- le dije.
 -Yo no me caigo nunca, además tomo Cola-Cao- me contestó como si eso le convirtiera en Superman.
 Me dí la vuelta para entrar; pero; no había dado dos pasos cuando de refilón, lo ví caer, pegando de cabeza en la barandilla de hierro; en el lugar que debería haber habido una bola de bronce, ahora había un espárrago de rosca de diez centímetros que le destrozó el cerebro instantáneamente, mientras rebotaba me giré e intente cogerle, pero solo alcancé a rozarle el brazo, antes de que se estrellara contra el cemento del suelo, frente al campo de fútbol, como una marioneta desmadejada.
  Al momento se llenó la noche de gritos y de ladridos; los perros del tío Paco Lozal que estaban sueltos y entrenados para eso, empezaron a morder a Campos que ya no se movía, me deslicé lleno de rabia y gritando por la fachada hasta el suelo y me lié a patadas y a puñetazos con los perros hasta que éstos acobardados se retiraron un poco, Aragonés me gritó algo, no se que fué, pero de golpe yo estaba en el suelo del tortazo que me dió el cura Roig, me dejó sordo dos días; acababan de llegar los curas en tropel, pero ya era tarde, aunque llegó vivo al Hospital Provincial, Campos se había ido. Esa noche la pasé en el pasillo de rodillas y con los brazos en cruz, y cada cura que pasaba, me soltaba un capón, una colleja o una torta, también patadas. Según decían era por mi bien, por ser tan inconsciente.

  La mujer del guardia de seguridad dice que vió al fantasma en el tercer piso de la fachada; aunque las habitaciones de la fachada del tercer piso nunca fueron usadas por los niños, cuando yo entré en el colegio, se usaban para que durmieran, lo que se llamaron trabajadores, y traunseuntes. Era gente que solo venía a dormir, pero eso duró poco. La décima quedó vacía, la onceava fué un almacen de colchones y somieres y trastos, y la que sería la doceava que estaba estaba encima de donde cayó Campos, se convirtió en el Paraíso; que era el dormitorio adonde iban a parar los que tenían incontinencia urinaria.

  Uno de los niños del Paraíso, no recuerdo su nombre, solo recuerdo que era de Algemesí, se escapaba, una noche sí y otra también hasta que una noche se ahogó en la piscina.

  Otro niño de apellido Konopazky cayó desde la quinta (tercer piso; ala derecha) hasta el sótano; mientras hacía el pino en la barandilla de la escalera.

   Uno de los aspirantes a cura que hacían vida aparte, amaneció un día ahogado en la piscina.

   A comienzos de los 60 hubo una gripe terrible que se llevó a alguno de los nuestros, también se fué el padre Martín Millet que era el padre superior(cantamos en su funeral el Oficio de Tinieblas número 5). El padre Fernando fué superior del colegio desde el año 1964 hasta el año 1969.
   
   Hubieron muchos más muertos en los años que estuvimos, (entre todos mis hermanos y yo abarcamos 15 años en el internado) si realmente hubieran fantasmas en la Misericordia estaría el colegio lleno y no se podría ni andar. Detrás de la tapia pasaba el tren, y detrás de la piscina en aquellos años recuerdo un par de accidentes mortales, uno de ellos decapitado por el Talgo. Así que si algún lugar es susceptible de actividad fantasmagórica ese es la piscina, para los que crean en esas supercherías.


Pista de atletismo y talleres en 1972

 La pista de atletismo se hizo en el año 1969, quitaron la pinada y la estatua del Sagrado Corazón y pusieron una valla. En la fotografía se puede ver arriba al fondo, lo que fué la casa, las gorrineras, (criaba cerdos, gallinas y conejos ahí) y las perreras del tío Paco Lozal. Mas tarde fué utilizado como archivo.
 Arriba a la derecha los talleres, el de carpintería con Don Francisco de maestro, el de electricidad que dirigía Don José, Don Fernando en mecánica, luego vendría Alarcón que pasó de vigilante a maestro industrial.
Y qué decir de mi profesor favorito; Don Octavio profesor de dibujo y un buen amigo....


Vista trasera del colegio desde una terraza del Barrio de La Luz. Aún queda algo de las pinadas.


Aunque esta fotografía es de alumnos de bup de los 80, aún se puede identificar los altavoces y las lámparas. A pesar de la cortina y de que no hay bancos se reconoce perfectamente la capilla donde todos, los días nos llevaban a misa y cada tarde al rosario.

 Esta era la capilla original, con los bancos de pino y el famoso cuadro de Vicente Lopez.

Una copia idéntica a ésta, presidía la capilla, a mi me resultaba un poco tétrica, con aquellos velones encendidos y el humo acre del incienso, el canto gregoriano y el micro siempre chirriando...¿Como era aquello de que si comulgabas los primeros Viernes de cada mes, ganabas el cielo?...




















Erase una vez


  Colegio de Nuestra Señora de la Misericordia

El 27 de mayo 1952 fue aprobado el nuevo reglamento del Colegio en el Salón de Cortes de la Generalitat,  le dá al establecimiento la característica de escuela de formación profesional, a cargo de la comunidad religiosa, Congregación de Hijos de la Sagrada Familia, siendo inaugurada el 10 de octubre 1952 por Carmen Polo de Franco. Este nuevo establecimiento presenta una arquitectura funcionalista, manteniendo el espíritu decimonónico benéfico. Presenta la capilla en el centro, remarcando la importancia de la religión, y dos alas laterales en forma de T, es una arquitectura casticista, de ladrillo y cadenas de piedra, también los motivos decorativos y el basamento son de piedra del país, así como la portada de influencia neobarroca churrigueresca. Este establecimiento permaneció funcionando hasta 1981, en que los nuevos criterios
relativos a la asistencia social, determinaron que los niños no debían estar en centros asistenciales, sino que debían estar en pisos atendidos por educadores. A partir de esta fecha este edificio pasó a ser Instituto de Bachillerato. Aunque por un breve espacio de tiempo acogió a enfermos mentales y marginados.

 Colegio de Nuestra Señora de la Misericordia

 Los rosales del padre Mundina;¿te acuerdas?; nos comíamos los dátiles verdes de las palmeras, para hacer eso teníamos que descender por la fachada de noche, evitar a los perros del tío Paco Lozal que estaban sueltos, subir a las palmeras, arrancar la rama de dátiles y volver a la sección y repartir. Pequeños héroes...

 Los pasillos, a la hora de la siesta o por la noche bajo la luz difusa de unos globos amarillentos, caminando en silencio, sin salirse de la fila de baldosas...Aún me parece ver la sombra de Salvadorito...

 La iglesia, con sus escondites del coro y la escalera que llevaba a la zona exclusiva de los aspirantes. Cada Mayo se llenaba de flores hasta marear, no importaba mucho que fueras alérgico, por la mañana misa, como todos los días, a las doce el Angelus, a la tarde el Rosario y los ejercicios espirituales y en Nochebuena y a medianoche la Misa del Gallo. Los que éramos del coro y aguantábamos al profesor Machancoses o al cura Ricardo entre otros, sufríamos las fechas señaladas, Corpus, Nochebuena, Mes de María etc... en latín.

 Don José Collado "Almendritos"

Don José, al que llamábamos "Almendritos", por su afición a comer almendras; fué mi profesor de matemáticas, un tipo estupendo, que te exigía rendir al máximo; por él y por Don Vicente mi pasión por las matemáticas es infinita. Aquí estaba en la pinada de los talleres con una clase de Formación Profesional en la que entre otros están; Dalmau, Jaenada, Zanón, Don José Collado, Juan, Cubas, Mota, Cipriano,  Fenollés y Ernesto.
 En esa pinada, yo caminaba por las ramas, de esquina a esquina sin poner un pie en el suelo. Recuerdo que había una estatua del Sagrado Corazón de Jesús en el centro que ahora está en un rincón del jardín a la izquierda de la entrada.


En la piscina

 En ésta fotografía de principios de los años 60, podéis reconocer al cura Fernando, al cura Juba y al cura Rams entre otros. A ver si te acuerdas donde estabas ese día.
 En aquellos tiempos la piscina tenía una concha de piedra enorme por la que salia el agua que la llenaba. El pozo estaba detrás de la grada, donde había un motor que la impulsaba; recuerdo haber bajado un montón de veces por la escalera metálica. Había otro pozo frente al patio de los pequeños, entre el patio cubierto y  la casa del tío Paco Lozal.
 Tiempo después, quitaron la concha y pusieron farolas; debajo de las gradas se guardaban los corchos y las redes. Todos los años un ejército de niños armados de piedra pómez limpiábamos y desencostrábamos la mugre que se almacenaba en el fondo. Al lado de la piscina estaba el campo de balón-volea detrás de la pared del frontón, la pista de patinaje, la de tenis, el campo de baloncesto y balonmano.


 Algunos de nuestros profesores; unos más respetados y otros menos, alguno como Don Bruno que era una mala persona, de los de "la letra con sangre entra"; otros extraordinarios como Don Isidro, que le plantaba cara a los curas que se les escapaba la mano...
Tuvimos unos buenos maestros en modo general, que tuvieron mucha paciencia y diplomacia para con nosotros en aquellos difíciles tiempos; sirva ésta página como homenaje hacia ellos y su labor.


Los vigilantes. Daniel y Andrés, dos malas bestias que junto al sastre dejaron huella en nosotros, a base de tortas, collejas, capones; otros tuvieron más mano izquierda como Alarcón; que terminó siendo maestro industrial y maestro del taller de mecánica. No están todos los que son; faltan algunos como Fermín, Bobín, Emilio, Salas y Rufat, que criaba conejos y se los traía al colegio para que se alimentaran en el jardín; también nos vendía clandestinamente pipas, regaliz, chucherías, tebeos y a los mayores cigarrillos. 
En los 80 estábamos tocando en el VIP de Cánovas, y al bajar del escenario se puso a felicitarme y a comentar la actuación; cuando le dije quien era y de donde venía; se quedó parado, se dió la vuelta y no lo he vuelto a ver, una lástima, ya que yo no tenía nada contra él. También me crucé una vez con Fermín y le saludé al pasar, él se paró y me preguntó de que le conocía, yo le contesté que los dos habíamos pasado muchos años en el mismo sitio; se fué como alma que pierde el diablo. Cuanto miedo al colegio, miedo a hablar y a nombrarlo. Hay que derribar tanto prejucio y tanta ignorancia.

El amigo Bobín a comienzo de los 60 en las Alameditas de Serranos frente al Pío V.


Don Isidro Esteve

Don Isidro que fué jefe de estudios, un tipo sensacional y buena persona...
 Algunas fotografías de Don Isidro y sus alumnos, gracias a sus hijos recuperamos  una parte importante de nuestra historia. Gracias Isidro por la memoria.


 Don Isidro y alumnos, la fotografía está tomada desde el campo de fútbol y detras está el patio interior y los comedores de los mayores.
   Don Isidro y alumnos, esta es una fotografía que no consigo ubicar en el colegio, a ver si conseguimos situarla.

  Don Isidro y alumnos,al mirar esta fotografía, no puedo evitar recordar aquella otra, en la que nos hicieron subir a un entarimado de madera en forma de grada, que se vino abajo con todos los alumnos que estábamos arriba y terminando algunos en el hospital con heridas y huesos rotos. Atención al pajarito, dijo Mascarell...

  Don Isidro y alumnos.
Jose Enrique Gómez, nos identifica de izquierda a derecha en esta fotografía a:
  Jose Enrique Gómez Escorihuela, Manrique Moreno Gazapo, Anderica Carrascosa, Jose Emilio Mateu Pardo, Garcia Sentandreu, Don Isidro, Rafael Martinez Mateo, Antonio Diaz Sicilia, ¿....? y Lloria Martinez.